Cada vez que abro el libro de Dan Lepard, por muchas veces que lo haga nunca puedo evitar leer alguna historia nueva o releer sobre esos viajes culinarios por el norte de Europa. Pura poesía visual, con unas historias entrañables.
En este caso, a causa de un virus intestinal ya que sólo puedo tomar pan blanco opté por este. Tiene un toque de leche que realmente lo hace muy sabroso y le dará a la corteza más color.
200 ml de leche entera a 20º C
150 ml de agua a 20º C
2 cucharaditas de levadura fresca y desmenuzada
200 g de harina floja o de repostería
300 g de harina de fuerza
1 1/2 cucharadita de sal marina fina
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