Desayuné con mi hermana Gemma y recordamos una frase que yo le había dicho hacía un par de semanas; "en realidad la vida es mucho más fácil, todo es muy sencillo, haces las cosas o no las haces, escoges ir hacia algún lado o decides cambiar, es todo muy fácil si quieres". Que no significa que no te duela, te cueste, pero el hecho en sí es muy fácil.
¿Y a qué vienen tantas divagaciones? pues porque sí, supongo que aunque es una frase tan sencilla me siento como si hubiese hecho una revelación universal dentro de cabecita, y todo empieza a cobrar sentido. Han sido días de hablar también sobre el miedo, que he aprendido a acompañarlo y a dialogar con él. Así es más fácil.
Isabel me ha regalado cuatro tazas, sin que ella lo supiera, yo siempre me autorregalo tazas nuevas en momentos determinados, cambios de casa, cambios de pensamiento, cambios. Y me ha parecido muy bonito que ella lo haya hecho, un cambio en el orden de las cosas.
Estos días de cocinar para los demás hemos añadido como plato nuevo y exitoso la Tarta Pascualina. Siempre había querido hacer una tarta cubierta por su propia masa, me parecía un plato muy bonito. No ves lo que hay dentro hasta que la cortas y te la comes, descubres los sabores paso a paso.
Bon profit!
Pascualina! I'm coming!!! Precioses les tasses i la recepta :^)
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