Recién llegada de Sicilia, después de un gran viaje de diez días, con una gran resaca post vacacional, no quería volver....
Han sido días intensos, bonitos, de esos en los que te quedarías así para siempre.
Si tuviese que describir esta isla diría que es mágica, auténtica, intensa y con una belleza decadente.
Nuestro primer destino fue Catania, ahí aterrizamos. Habíamos reservado un pequeño apartamento ( resultó ser literalmente muy pequeño, un estrecho cuarto con un armario que abrías y se convertía en una pequeña cocina, una cama, una mesa y un baño). Literalmente estábamos al lado de las vías del tren, pero también nos encontrábamos en una de las mejores ubicaciones donde al salir cada mañana te encontrabas con el mercado de Catania; verduras, quesos y mucho pescado fresco, maravilloso.
La ciudad a medida que te adentras te conquista con una decadencia que te envuelve y hace que te pierdas por sus calles. Cero artificios, ahí hay que lanzarse y mezclarse con la gente, ir al mercado cada día y perderte.
Uno de los platos que a veces yo había cocinado había sido la pasta alla Norma. La hice siempre de una forma intuitiva y qué gran placer saber que me encontraba en la ciudad que había dado origen a ese plato; el mejor lugar para probar esa receta.
En Barcelona compré la guía de Sicilia de Lonely Planet, podría decir algunas cosas positivas y otras negativas. Digamos que está hecha un poco para adornar los lugares y no demuestra siempre una faceta muy real de lo que realmente es un lugar y donde dirigirte.
Como buena groupie de los restaurantes, una de las primeras cosas que marqué fue donde comer y qué comer.
En este caso les daré la razón, el lugar es maravilloso.
La cocinera y dueña del restaurante De Fiore , Rosanna, prepara ella misma la pasta fresca, en la cocina se encuentra ella y un chico que parece ayudarla ( sin ninguna dificultad nos dejaron entrar en la cocina y fotografiarla bien orgullosa); y tal como dice la guía su especialidad es la pasta alla Norma. Un consejo, hay que ir sin prisas, hay un camarero para todas las mesas y cada plato se prepara al momento. Esperar tranquilamente con un buen vino de la zona.
Deliciosa, con salsa de tomate, berenjena, ricotta salada y un poco de albahaca.
Qué buena forma de empezar esa maravillosa aventura.
Bon profit!
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