Si vuelves de Italia y eres un fanático del tiramisú, lo que significa que por ahí donde ibas probabas este delicioso postre; en un ataque de melancolía lo primero que haces al llegar a tu casa es preparar tu propio tiramisú, hasta encontrar el que más te guste.
El placer de disponer de una semana más de vacaciones y poder dedicarlas a descansar, saborear y leer bonitos libros que te regalan, no quiero nada más.
A esta receta, en mi caso le doy un aprobado alto, hoy lo volveré a degustar después de haber estado un día más en la nevera y espero que el reposar de todos los ingredientes en frío halla hecho que sea más intenso y que la textura de la mezcla del mascarpone con los huevos sea más consistente; ayer era demasiado líquida para mi gusto.
Se trata de una receta bastante sencilla tanto de ingredientes como de realización:
-3 huevos ( separar las claras de las yemas)
-55 gr de azúcar ( batir las yemas con el azúcar hasta que la mezcla blanquee un poco)
-mezclar con la batidora los 250 gr de mascarpone con la mezcla de azúcar y yemas
-montar las claras a punto de nieve y mezclarlas suavemente con movimientos envolventes con la mezcla anterior, es muy importante no batir y mezclarlo suavemente para no perder la textura que le dará las claras
-hacer una taza de café y cuando esté tibio preparar en el fondo de un recipiente pequeño: colocar los bizcochos, bañarlos con un poco de café, añadir por encima un poco de la mezcla del mascarpone y espolvorear con un poco de cacao puro en polvo
-dejar reposar en la nevera unas horas
Bon profit!
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