Preparar estos platos cada semana me arranca una sonrisa, ver como se los comen, las conversaciones interminables que creamos alrededor de ellos que nos hacen desconectar de las mil tonterías que nos despistan durante el día, me hacen sonreír.
El martes tomamos una crema de zanahoria: no hay excusa para no prepararla, zanahorias (para variar comentaré que si os decidís a comprar unas buenas zanahorias de cultivo ecológico el sabor de la crema será impresionante), cebolla y caldo de verduras (haz tu propio caldo de verduras, es super sencillo, y luego puedes congelarlo en distintos potes para ir utilizándolo). Preparé un sofrito con las zanahorias y la cebolla, fuego lento, tapado y paciencia para que se dore poco a poco (como la vida misma).
Cuando las zanahorias ya están doraditas y blanditas echamos el caldo y lo dejamos haciendo chup chup unos 20-15 minutos. Apaga el fuego y tritúralo todo junto, si ves que te queda demasiado espeso échale más caldo.
De segundo butifarra, yo la preparo al horno sin ni una gota de aceite, y patatas al horno (les puse por encima hojas de laurel partidas, mmmmmmm, recomendable).
Pues bien, aquí dejo un poco de lo que nos hizo sonreir el martes.
Bon profit!
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