28.9.14

focaccia genovese














Amasar siempre ha tenido un efecto relajante en mí. Tiene algo de meditativo el hecho de repetir constantemente un movimiento.
La focaccia es una masa italiana  salada que se hace al horno, en general condimentada con aceite de oliva.
Existen unas cuantas variantes con diferentes ingredientes y formas de cocinarse, desde la focaccia pugliese a la genovese.

Durante mi viaje a Sicilia compré  el libro “Pane & pizza, i consigli del pizzaiolo Stefano Callegari”.  Es un libro pequeño y bonito con información y explicaciones bien claras de cómo cocinar todo tipo de masas italianas.

Me he atrevido con la focaccia genovese:

750 g de harina
500 g de agua fría
12 g de levadura fresca de panadero
15 g de sal
30 g de aceite de oliva

Mezclar 500 g de harina con el agua y 2 g de la levadura y guardarlo cubierto con un trapo en el frigorífico por al menos 10 horas.
Añadir los 250 g de harina que quedan a esta mezcla, 10 g de levadura, la sal y el aceite. Amasar y dejar fermentar una hora. Seguidamente separar en porciones de unos 400 g cada una, dar forma plana, untar con aceite y dejar fermentar durante una hora. Mientras, para conseguir los típicos ‘buchi’ (agujeritos) de la focaccia, hay que ir hundiendo los dedos en la parte superior.

Antes de meter cada porción en el horno, condimentar con una mezcla de aceite, agua y sal. Hornear a 220º durante unos 15-20 minutos.


Bon profit!

24.9.14

arroz con sepia




Si vas a hacer un arroz negro con sepia, hay dos cosas bien importantes que debes plantearte. Cuando compres la sepia en el mercado pide que te guarden la tinta y la melsa. La melsa, bazo en castellano, es el órgano con forma de bolsita marrón. Si la abres y la echas en tu sofrito, te quedará un sabor la mar de increíble.

Para empezar, haz un sofrito a fuego lento con ajo, cebolla y pimiento verde. Echa en la misma olla la sepia cortada a trozos. Cuando esté lista, tira la melsa y la tinta: esto garantizará que tu arroz tenga un potente sabor.

Mide cuánto arroz quieres (normalmente, yo pongo una tacita por persona) y tíralo a la mezcla. Remueve un poco y deja que el arroz se impregne de estos sabores.

Ahora ya puedes añadir el agua. Yo echo la misma cantidad de arroz que he puesto. 

Tápalo y déjalo cocer diez minutos a partir de que el agua empiece a hervir.

Pasados los diez minutos, sin destaparla nunca, retiras la olla del fuego y la dejas reposar diez minutos más.

Ahora ya puedes destaparla y disfrutar.






Saborea tus últimos días con los tomates, están a punto de acabar su temporada.





Bon profit!


20.9.14

conejo guisado

















El conejo es una de las carnes blancas más sanas que hay. Si tienes paciencia y decides cocinarlo con una de esas recetas que hacen chup chup, conseguirás un plato de carne bien tierno y sabroso. Dificultad mínima y resultado de mojar pan en la salsa.
En mi búsqueda por internet encontré desde versiones al ajillo, hecho con cerveza, con vino.... A simple vista parecen todas igual de fáciles. Yo me decidí por una versión con cebolla y pimiento verde sofrito .
Primero de todo, en una olla ( será la que utilizarás para hacer el conejo, tenlo en cuenta para escoger el tamaño) dora un par de ajos. Seguidamente sala y reboza en harina los trozos de conejo y los doras a fuego alto ( me explicaron que es una forma de sellar la carne, así conserva ese toque tierno y no quedará seca). 
Reserva el conejo en un plato y en la misma olla puedes empezar con el sofrito de la cebolla y el pimiento verde ( ahora a fuego lento!, tiene que quedar cocinadito sin quemarse).
Podemos volver a echar el conejo a la olla, tiramos dos vasos de vino blanco y el resto de agua hasta cubrir totalmente todo.
Lo tapamos y dejamos que cueza a fuego lento unos 45 minutos.

Bon profit!